El autor André Maurois, menciona que «la lectura de un buen libro es un diálogo incesante en el que el libro habla y el alma contesta».
En este artículo te propongo el utilizar la lectura como herramienta terapéutica, ya que nos ayuda a identificarnos con la misma.
La autora Silvia A. Kohan menciona en su libro “La escritura terapéutica” dos conceptos: «biblioterapia» y «cineterapia»:
Una situación que sigues en la pantalla o en las páginas de un libro te impacta, te conmueve, te deja temblando. Incluso cuando forma parte de una historia aparentemente ajena a ti.
Esto se debe a que el cine y la literatura formulan preguntas que te conectan contigo misma. Con un libro, con tu mando a distancia o en una sala de cine a oscuras puedes encontrar respuestas a las dudas o caminos que habías dejado al azar.
Cuando realizamos una lectura o bien vemos una película por lo general cuando menos te lo esperas, ponen en movimiento tu historia personal, tus recuerdos, tus necesidades, tus íntimos deseos, tu mirada; te abren puertas que tal vez hubieran permanecido cerradas sin esa película o esa novela y esto puede ser una guía para tu vida.
Podríamos decir que la «biblioterapia» es una herramienta que puede servir para la mejora de la salud integral de las personas, ya que la lectura nos ayuda a entendernos, a elaborar estrategias para afrontar situaciones, a tener un concepto más positivo de nosotros mismos y a encontrar el sentido en la vida.
Una propuesta es que por ejemplo cuando se lea puede ser en dos pautas:
·        Marcar los fragmentos que de algún modo te impacten o te generen emociones, pensamientos, sensaciones, inquietudes, resonancias relevantes, ya sea por identificación o bien por rechazo (es decir, «me identifico con esto» o «tal cosa no va nada conmigo / me ofende / me molesta en exceso»).
·        Anotar cualquier aspecto o mensaje global que te movilice.
Así, a partir de estos fragmentos o aspectos que destacas de la narración, se pueden abordar los temas que te preocupan.
Dicho esto, y para terminar, tras la lectura de un libro, aparte de disfrutar de la historia que ofrece y absorber sin darnos cuenta los mensajes-figura, podemos tomar conciencia de ello e integrar más y mejor un montón de aprendizajes.
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